Thursday, January 10, 2013

2013

En febrero de 2012 JJ me compró, en una de nuestras visitas al Sanborns de Plaza Cuicuilco, una agenda ajustable, de esas a las que uno le escribe el mes y los días, así que mi registro oficial empezó en marzo de ese año.

Vale mencionar que se trataba de una “Agenda Gourmet”, que incluye algunas recetas y una nota semanal que bien podía ser algún consejo, una frase célebre o un dato curioso, pero siempre relativo a la gastronomía. Decidí tomar nota de las cosas nuevas que haría, de los libros que leería, los sucesos importantes que se me atravesaran, más que una agenda sería un diario.

Hoy abrí mi agenda para tomar nota de los puntos sobresalientes de la última semana y revisar un poco lo que fueron mis días durante 2012 (eso siempre se pone de moda en esta época del año y no pude evitar caer en ello). Sentí cierta tristeza al ver más espacios vacíos de los que imaginé al empezar el proyecto y resolví hojear con un poco más de detalle; me di cuenta de que algunos de los espacios en blanco corresponden a asuntos no registrados que deberé reconstruir mentalmente para completar el diario, algunos no tan agradables como otros, pero que definitivamente ayudarán a construir los momentos que vengan durante el año que inicia, enmendar en la medida de lo posible los errores cometidos y acabar o por lo menos disminuir los vicios que tan malos ratos me hicieron pasar.

En este ejercicio llegué a la página de la primera semana de enero, a medio llenar, esperando que escribiera más detalles sobre sus altas y sus nefastas bajas que, dicho sea de paso, aún no termino de asimilar… todo se nubla con esa charla de la noche del 5 de enero en la que mi cerebro vomitaba sin orden los sentimientos que no lograba procesar… y entonces veo la nota de la semana: “Este es mi invariable consejo para todos: aprendan a cocinar. Prueben nuevas recetas, aprendan de sus errores, no tengan temor y por sobre todo, ¡diviértanse!”. Julia Child.

Julia fue mi compañera de este año, la amiga imaginaria con la que hablo cuando nadie más puede escuchar (no sé si sea locura, pero desde que tengo memoria he estado rodeada de este tipo de amigos, algunos se instalan en vida por unos cuantos días, otros pasan temporadas más largas a mi lado), durante los últimos meses a ella le he confiado mis secretos; y ahí estaba ahora dándome una especie de respuesta “aprendan de sus errores, no tengan temor y por sobre todo, ¡diviértanse!”. Aún no toma una forma concreta, pero me da ánimo.

Así que suspendo la revisión, mejor continúo mi lectura, después de todo en lo que va de 2013 he leído dos libros y un magnífico cuento, he adoptado un pillow book, he caminado en las mañanas al menos 2 km. de la mano de JJ (o atrás de él, o lo he alcanzado corriendo si se adelanta porque se ha hecho tarde), me emocioné con la felicidad de una de mis mejores amigas, al esperar el autobús en la esquina de la casa observé los globos que llevaban las cartas en las que los niños envían sus deseos a los Reyes Magos mientras le platicaba historias de mi infancia a JJ, re-evalué la importancia de obtener mi título, colaboré para que JJ obtuviera un premio en una trivia de cine y hasta tuve una entrevista de trabajo. No sé qué vaya a suceder después, pero por lo pronto hoy el panorama no se ve tan oscuro y más vale apuntar de una vez que el cielo está más azul que de costumbre, que el aire frío se siente delicioso en mis mejillas, que sin duda la vista desde casa será preciosa esta tarde y, como nota al margen, que debo empezar a buscar una agenda para 2013.

Nota: Esta entrada fue escrita ayer; el clima de hoy, con ese sol tan brillante, no es tan agradable.

No comments: