Thursday, January 8, 2009

Ayer me sentía frustrada por una entrada que no había podido publicar, esta frustración se debía principalmente a que la entrada en cuestión se trataba de algo que necesitaba desahogar, que tenía hecho nudo en la mente y quería dejarlo salir de alguna forma. Afortunadamente logré rescatar una copia del archivo, aquí está mi entrada de Día de Reyes:

"Hoy de plano mi ánimo anda por el subsuelo, por una parte llevo 6 días tratando de armar este blog y la tecnología pareciera resistirse a trabajar con mi computadora, es sumamente desgastante, (a punto estuve de abortar la misión y mandarlo al nabo, afortunadamente –y por primera vez en la historia- mi paciencia hizo acto de presencia y evitó que utilizara el martillo para terminar con la cada vez más dolorosa y complicada vida de mi PC) por otra hoy ha sido un día particularmente nostálgico.

Es increíble como la ola de optimismo con la que empecé el año se fue alterminar las vacaciones, si es que se le puede llamar así a los dos días en queno fui a trabajar. A veces de verdad quisiera ser como Hiro Nakamura y detener el tiempo o quizá volver unos años atrás a la época en la que en esta fecha sólo me preocupaba por los juguetes y regalos que “mágicamente” aparecerían bajo el árbol de Navidad.

Aunque parezca increíble e incluso ridículo, este fue el primer año que en casa no hubo árbol de Navidad, cena o festejo alguno; tampoco hubo regalos ni cartita de parte de los Reyes Magos y eso sí que dolió, pero dolió por el vacío que deja la ausencia de ilusiones y de ese no se qué que a falta de mejor término denominaré “magia”. No es que sea toda una fanática de estas fiestas, es simplemente que logran lo que pocas cosas en la vida: conectarme con la niña que fui, esa niña que creía que todo era posible con sólo desearlo decorazón... Hoy los deseos y los sueños son mucho más difíciles de realizar, así debe ser y eso me queda claro, pero me gusta y disfruto bastante tener cuatro años nuevamente al menos durante las 24 horas que dura el 6 de enero, por eso me resulta difícil pasarlo sin ese alguien que con sólo tomarse unos minutos en la noche me hacía sentir magia al dejarme una cartita en el zapato."

2 comments:

mangelacosta said...

He leído tus post y me he sentido nostálgico. Creo que el pasado familiar muchas veces se forma en una cocina, por ello, quizá, al cocinar en tu casa lo que haces es crear tu presente (el album que años después habrás de recordar).
Saludos y felicidades por el blog.

Negui said...

De vez en cuando los recuerdos acumulados buscan una salida, los míos no siempre son agradables, así que intento guardar el mejor pedacito del día para formar mi futuro album; en parte por eso empecé este blog, gracias por venir a visitarlo y por ser una de sus fuentes de inspiración.